La composición halla como centro de interés por excelencia al único sujeto de la escena, situado en un leve desplazamiento a la izquierda respecto al centro simétrico vertical de la escena. El rol de este elemento como punto focal está proliferado por el color de su propio ser, intenso en cuanto a brillo en relación a su entorno próximo. Las líneas de fuerza en torno al protagonista de la composición son escuetas y nunca explícitas al tratarse su puesta en escena de un objeto tan espacioso. Entre estas, sería preciso señalar las intuidas por los propios ejes de simetría del formato, y el brazo del hombre, linea secundaria en la composición de la escena a retratar. Por esto la composición se dota inestable y profusa, los elementos plasmados en la obra no hallan la distribución ilustrativa entre sus cualidades máximas, pues, al tratarse de un cartel de denuncia al propio consumo del producto (en ciertas situaciones), sería desafortunado contrapublicitarlo a escalas magnas.
Bienvenidos a mi catastrófico blog ya seáis compañeros, profesores o visitantes externos que hayan tenido la desgracia de aterrizar aquí. Soy una insignificante residente de un remoto pueblo andaluz que aspira a labrarse un hueco en el mundo de la ilustración, sobran más presentaciones.